El otro día, asistí con pavor a un podcast donde el entrevistado defendía la deuda pública frente a la privada con la calma digna de un político. Decía que los países con menos deuda pública deben tener mayor deuda privada para compensar, lo cual, según él, es terrible.
Desde mi humilde opinión creo que no podría estar más en desacuerdo con esta línea de pensamiento, voy a intentar defender mi postura.
La deuda pública puede estar bien si tiene un fin productivo, igual que la privada; luego, podemos discutir qué es un fin productivo. Sin embargo, desde la economía austriaca, el problema no es solo el destino de la deuda, sino su origen y el contexto en el que se genera, especialmente con tasas de interés manipuladas. La deuda tiende a distorsionar la estructura de producción y llevar a inversiones improductivas.
Podemos pensar en la deuda como una herramienta que, si se utiliza para crear activos que generen ingresos, puede ser beneficiosa. Sin embargo, si se destina a gastos sin retorno y solo genera pasivos, se convierte en una carga.
La deuda privada está generalmente respaldada por activos, ya que, de otra forma, es difícil que una empresa obtenga financiación en un mercado libre. Imaginad que una empresa emite bonos para comprar coches para sus ejecutivos; es evidente que no obtendría mucha demanda.
Eso no sucede con la deuda pública. Esta es gestionada por el estado y se dedica a crear activos (cada vez menos) o a tapar agujeros. Desde la perspectiva austriaca, desplaza al gasto privado (más eficiente) y perpetúa la mala asignación de recursos. Una empresa privada no puede hacer esto porque el mercado no es tonto y sería reemplazada por otra que gestione mejor.
Los estados cuentan con la maquinita de imprimir billetes, antiguamente limitada por el patrón oro, que obligaba a que por cada billete hubiera una cantidad equivalente de oro. Desde que Nixon acabó con esto en 1971, el dinero fiduciario depende de la "fe" en su valor.
Esto permite a los gobiernos y bancos centrales manipular la oferta monetaria, distorsionando la preferencia temporal y llevando a malas inversiones que desencadenan ciclos económicos insostenibles.
La deuda pública es utilizada de manera perniciosa para la economía por parte del tándem estado-banco central, cuyo propósito es perpetuar su poder, pateando el balón hasta que un día haya un muro y les rebote en la cara.
La intervención en el mercado de crédito y la creación de dinero barato generan un espejismo de prosperidad que eventualmente colapsa, exponiendo la fragilidad de un sistema basado en deuda insostenible.
Siento decirlo así, pero la deuda pública, si fuera utilizada para el bien, sería muy poderosa. Pero mientras sigamos en manos de políticos cíclicos que solo quieren prolongar su permanencia en el poder, no saldremos adelante; nos hundiremos más aun si cabe en la decadencia.
Siento el tostón! Un saludo💬
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